sábado, 26 de noviembre de 2011

David Foster Wallace me espera...



El faro de la última decepción


Irresistible. El trasunto de esta novela que podemos resumir en una palabra: Poe -irresistible, ya digo.
Al principio me pareció simplemente correcta. Hay un momento -aunque quizá haya que aguantar demasiadas páginas- en que comienza a ser prometedora, sugerente. Pero el último tramo es lastimosamente decepcionante.

Al final, lo mejor del libro es un título que no hay que agradecer a su autor, sino al traductor, ya que el original se ciñe al título de Verne, El faro del fin del mundo. Sinceramente, creo que la cosa daba para más, para mucho más. Pero el texto se limita a dar vueltas alrededor de cuatro tópicos aderezándolos con ciertos personajes del genial autor de Ligeia para atrapar al lector el tiempo justo de encajarle un culebrón que nada tiene en común con el mundo, ni la poética, ni la sintáxis, ni nada que suene a Edgar Allan Poe.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Bergounioux: el paisaje y la memoria


Si se quiere pasar un rato perdido en el tiempo; si se quiere abrir un pequeño libro junto a un café y dejarse llevar por una peculiar puntuación que nos recuerda constantemente que leemos; si se busca un breve lapso de paz en el que recobrar la distancia de tiempos teñidos de azul; si se quiere volver una y otra vez, siguiendo sinuosos meandros de adjetivos enternecedores y fecundos; si se quiere leer y que la lectura no nos deje indiferentes... no sería mala idea poner un poco de azul en el paisaje.

Un libro escribe Bergounioux afecta en mayor o menor grado a lo que pensamos y, por lo tanto, a lo que somos. Cambia, en cierta medida, el mundo que consiste, en parte, en la idea que tenemos de él, ya lo adorne y agrande, ya consuma su ruina... No conozco libro, cuando ha importado, que no haya hecho temblar el suelo de la existencia...


Una voz intensa, reconcentrada y escueta. La calma que precede a la tempestad... en estos momentos en los que estoy a punto de dar el salto hasta la broma infinita...

sábado, 5 de noviembre de 2011

Génesis


Peculiar novela, Génesis.

A quienes tuvimos nuestra particular etapa poblada de libros de ciencia-ficción de Bruguera nos recuerda los viejos tiempos en los que nos pirrábamos por aquellos argumentos ingeniosos, aquellas pequeñas joyas de la anticipación entreveradas de misterios más o menos trascendentes.

Génesis te atrapa desde el principio, te envuelve en un cruce entre novela y teatro, diálogo científico e interrogatorio de serie negra. Sin ser una obra maestra y asomando la nariz fuera de los estrictos límites del género, es una narración breve, robusta y con recursos suficientes para ser recordada.